viernes, 1 de junio de 2012

DEPRESIÓN




La tristeza es una emoción que tiene su origen en la pérdida de algo querido y como función la de pedir ayuda. En casos extremos, su duración o intensidad la hace disfuncional y se convierte en patológica y aparece la depresión.


La visión de la depresión desde esta perspectiva permite ver la depresión en lugar de cómo una enfermedad como un problema de aprendizaje manejable. Esto no significa que no pueda haber alguna vez que se dé una depresión debida a una enfermedad que provoque un desequilibrio en los neurotransmisores sin que se dé un cambio en el contexto social. Pero también es cierto que, cuando ha aparecido una depresión, el contexto social cambia, fundamentalmente por los cambios en el comportamiento de la persona.


Se define en general por sus síntomas que pueden parecer enfermedades somáticas (dolores, cansancio, etc.)

La clasificación más clásica distingue tres clases de síntomas:
  • Cognitivos.
  • Afectivos.
  • Motores o conductuales.
  • Un elemento importante a destacar es la tríada depresiva: pensamientos negativos acerca del yo, el mundo y el futuro.


¿Cuáles son los síntomas?
   
  • Persistente tristeza y pesimismo
  • Sentimientos de culpa, de desvalido o de desesperanza
  • Pérdida de interés o de placer en las actividades normales, inclusive las relaciones sexuales.                                                                                       
  • Dificultad para concentrarse y dificultades con la memoria
  • Empeoramiento de enfermedades crónicas que coexisten, como la diabetes
  • Cambios en los hábitos del dormir (insomnio o dormir demasiado)
  • Cambios en los hábitos del comer (subir o bajar de peso sin planearlo)
  • Cansancio y falta de energía
  • Ansiedad, agitación, e irritabilidad
  • Pensamientos de suicidio o muerte
  • El hablar lentamente; movimientos lentos
  • Dolor de cabeza, dolor de estómago y problemas digestivos

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